Zurdazo

Ronaldinho

Su historia, según EFE...

Ronaldo de Assis 'Ronaldinho', ese futbolista imposible de odiar ni siquiera por la afición rival por toda la magia que es capaz de regalar sobre el campo, es el 'crack' de la sonrisa eterna, el ídolo a quien todos los niños quieren imitar, no sólo por lo que es sino también por lo que representa: el talento, la ingenuidad, la alegría en estado puro.

Y es que si existe una imagen que defina la felicidad, esa es la de Ronaldinho con un balón en los pies, su negra melena recogida en forma de cola de caballo y esos dientes de conejo que brillan sonrientes con cada gol, con cada asistencia, con cada sombrero, con cada golpeo de espuela.

No hay ningún jugador que se divierta más que el 'Balón de Oro' y que ofrezca más diversión a los aficionados al fútbol. Sencillamente porque 'el Gaucho' contagia ilusión en cada lance del juego mientras su mirada risueña parece advertir al espectador que aún hay más, que siga prestando atención porque en su próxima aparición volverá a inventarse algo nuevo.

Joao da Silva, portero aficionado y padre del 'crack' brasileño, siempre supo que su hijo tenía un don y, a los siete años, lo llevó a probar con el Gremio, equipo en el que Joao trabajaba ocasionalmente de aparcacoches.

Los directivos del Gremio debían estar muy agradecidos al bueno de Joao, que unos años antes también les había llevado otra perla, su hijo mayor, Roberto de Assis, un centrocampista ofensivo que rebosaba talento y clase y que estaba destinado a marcar una época en el conjunto de Porto Alegre.

Pero la carrera de Roberto se truncó el mismo día que lo hizo su rodilla, y el hijo mayor tuvo que hacerse cargo de la familia tras la trágica muerte de Joao, que se ahogó en una piscina cuando Ronaldinho tenía ocho años.

A partir de entonces, el pequeño 'Ronnie', aquel niño que jugaba durante horas con una vieja pelota a hacer quiebros imposibles entre los muebles del salón mientras cantaba a ritmo de samba, se convirtió en todo lo que no pudo ser Roberto, quien estos años ha ejercido de padre, hermano y representante del jugador del Barcelona.

Para el 'crack' azulgrana, Roberto es el espejo en el que se mira y un ídolo futbolístico como también lo son Pelé, Zico o Rivelino, mientras que su padre, Joao, le sirve de inspiración para todo lo que hace en su vida.

Y la vida le ha sonreído mucho más de lo que nunca imaginó. La primera vez que se puso la camiseta de la selección brasileña, con sólo quince años, Ronaldinho fue a jugar a Wembley, un estadio donde Pelé nunca jugó, una señal de lo que le iba deparar el destino: convertirse en el mejor futbolista del mundo.

Cuatro años después, en 1999, debutó con la absoluta y ganó la Copa América, donde marcó un golazo a Venezuela que lo sacó del anonimato para darle a conocer en todo el mundo.

Pero su consagración llegaría tres años después en el Mundial de Corea y Japón, adonde llegó como la tercera 'R' (Ronaldo y Rivaldo eran las primeras opciones en ataque) y acabó como una de las grandes estrellas del campeonato que, cómo no, también se adjudicó Brasil.

En la selección de su país heredó el número '11' que antes habían lucido otros representantes del 'jogo bonito' como Garrincha, Zagalo, Rivelinho o Romario, pero pronto se hizo acreedor del dorsal con más ascendencia en el mundo del fútbol: el '10' de Pelé, de Maradona, el que únicamente se reserva a los más grandes, y que Ronaldinho luce ahora también en el Barcelona.

Sin embargo, la cifra que más ha influido en el Gaucho, no ha sido el 10, sino el 21, su favorito desde el día que una admiradora le envió un carta para asegurarle que ese era su número de la suerte.

De hecho, su nombre, Ronaldo de Assis Moreira, tiene 21 letras, nació un 21 de marzo, la primera convocatoria con la selección llegó un día 21, dio el salto a Europa con 21 años al fichar por el París Saint Germain, en el que también lució el 21 en su primera temporada, y en su primer año como azulgrana marcó 21 goles.

Quién sabe, si dentro de unos años, entre Ligas, Copas, Mundiales y premios individuales, Ronaldinho 'Gaucho' se retirará del fútbol con su sonrisa eterna y 21 títulos en el bolsillo.

Mientras tanto, Ronnie seguirá regalando su fútbol y divirtiendo a los aficionados que, como su hermana, Deisi, o su madre, doña Miguelina, no quieren perderse un sólo partido del mago del Balón de Oro. EFE.

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